Cassie Martin
es esta chiquilla rubia (la de la izquierda en las fotos, ojo). Una
adorable adolescente obsesionada con los selfies y con cultivar su
cuenta de Instagram. Ya tiene más de 30.000 seguidores, lo que no está
nada mal, pero Cassie no entiende nada.
Su papá,
Burr Martin
(el de la derecha en las fotos) ha conseguido más de 60.000, el doble,
con una táctica rastrera y divertida: imitar a la perfección los selfies
perfectamente elaborados que Cassie publica en su cuenta.

Un caso interesante para estudiosos del Social Media y de las tonterías interneteras en general.
Nosotros nos limitamos a sonreir con la iniciativa y a felicitar a la familia Martin por el buen rollo que transmiten.