No os gustan las compresas, no os gustan los tampones, no os gustan las copas menstruales ¡No os gusta nada!
Y tenéis razón, en pleno siglo XXI parece mentira que la ciencia no
ofrezca alguna medida eficiente para evitar los problemas derivados de
esa proceso fisiológico.
Por desgracia, no hay buenas noticias a corto plazo. De hecho, lo que hay son noticias delirantes, como la patente que ha registrado un quiropráctico norteamericano con el nombre de Mensez.
Es una especie de lápiz de labios (menores en este caso) para
sellar la entrada de la vagina y contener el flujo menstrual durante un
tiempo limitado.
Parece una aberración y probablemente lo sea, a la vista de las numerosas críticas que la idea está recibiendo.
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