Solo la idea de darle un toque marmóreo a un bañador o a unos leggins ya es genial. Con el estampado adecuado parece que, de cintura para abajo, tu cuerpo es sólido como una roca.
Brillante, pero aunque parezca difícil, es un concepto que se puede mejorar. Solo hay que coger como modelo al mítico David de Miguel Ángel, con su no menos mítico aparato genital en todo su esplendor.
Las fotos son tremendas, pero me quedo con las ganas de ver a un modelo de sexo masculino paseando con esos leggins ¿algún voluntario?
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