Ya sabemos que la relación que mantienen los japoneses con las prácticas sexuales es peculiar. Este artilugio es un pequeño ejemplo más: Un saco de dormir que limita el contacto sexual, dificultando enormemente el acceso a zonas erógenas primarias.
En la parte positiva, podemos apuntar que el diseño es original, ya que representa a una especie de enorme pantalón que permite alojar a una pareja, con cada elemento de la misma alojado en cada una de sus perneras.
Lo del tipo disfrazado de osito en las fotos y el vídeo promocional también es cosa de japoneses. Cuestiones tradicionales difíciles de asimilar por nuestros limitados cerebros occidentales.
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