Da igual si ya te ha pasado alguna vez, o si todavía no has sufrido esa experiencia. Sea como sea, más tarde o más temprano, va a suceder; tu móvil va acabar flotando en el retrete. Es la ley. La ley más implacable. La ley de Murphy.
Pero podemos intentar burlar al destino gracias a este ingenioso accesorio para el WC.
Se trata de una red que lleva un agujero estratégicamente situado, con un diámetro adecuado para impedir el paso del móvil y, a su vez, permitir el tránsito de la caca. Eso sí, siempre que nuestros furullos se mantengan en tamaños más o menos estandar y, además, tengamos cierta habilidad para situar el ojete en la posición adecuada. Un pequeño error de cálculo en ese punto puede causar problemas.
Yo creo que con esto se puede estar bastante tranquilo, aunque nunca hay que bajar la guardia. Algún día querremos sacar la red para limpiarla (deberías hacerlo) y, en ese momento, Murphy volverá a hacerse presente.
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