Uno de los problemas más complejos que ha de resolver la industria aeronáutica es qué hacer cuando un avión comercial, debido a alguna incidencia, deja de ser capaz de mantenerse en el aire y se dirige hacia el suelo a toda velocidad.
Actualmente, los procedimientos consisten en descolgar unas máscaras de oxigeno delante de cada pasajero, con la intención de que no cunda el pánico mientras se entretienen intentando ponérsela correctamente en los minutos previos a su muerte segura. Su diseño es especialmente complicado para evitar que se la puedan poner rápidamente y ser conscientes de que éstas son las últimas bocanadas de aire de su vida.
Es una medida inteligente que evita sufrimientos innecesarios en muchos casos. Pero tiene el inconveniente de que no impide la pérdida de vidas humanas. Ahora, una mente preclara ha ideado un sistema que puede salvar esas vidas en peligro.
Se trata de convertir la cabina de pasajeros en una especie de cápsula mágica independiente que, en un momento dado, puede salir
Todo muy lógico, como podemos ver en este ilustrativo vídeo...
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