Hay que reconocer que los chinos son muy buenos en algunos aspectos como, por ejemplo, el dominio de la economía mundial. Pero,en cambio, sus políticas sobre salud pública y ecología en general dejan bastante que desear.
Nadie les prohíbe fumar como cosacos y eso, para los no fumadores, es un engorro, como sucedía por aquí hace un par de décadas. El chino de la imagen, un estudiante universitario, sufría esas agresiones por parte de sus compañeros de habitación hasta que decidió solucionar el problema con un sistema de baja tecnología, pero bastante eficiente-
Una ventana al exterior, un ventilador, un tubo compuesto por bolsas de basura y una caja de cartón es todo lo que ha utilizado para tener una fuente de aire fresco directo hacia sus vías respiratorias.
Útil, pero solo bajo determinadas circunstancias: que en la calle no haga mucho frío y que la contaminación exterior (que telita en algunas capitales chinas) no supere a la que generan los fumadores que le rodean.
Visto en NextShark
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