Hoy en día, que una bici tenga suspensión delantera y trasera es algo muy común. Pero son avances que, aunque aumentan la confortabilidad del vehículo, no garantizan que llegues a tu destino sin cierta parte del cuerpo dolorida. Concretamente, nos referimos al culo.
El inventor británico Colin Furze, aficionado a pedalear, no se resigna a seguir sufriendo este efecto colateral y ha pensado que la solución pasa por llevar el concepto “suspensión” a un nuevo nivel.
La idea, revolucionaria, es componer parte del cuadro de la bici (el “triángulo” que une manillar, sillín y pedales) en tres robustos muelles metálicos.
El hecho que la superficie dedicada a “supensión” se multiplique con este diseño, garantiza que su rendimiento será más óptimo que las soluciones tradicionales.
Por lo que podemos observar en el vídeo, parece que la teoría queda demostrada.
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