Otra muestra de la excelencia de los japoneses tanto en el campo de la robótica como en la práctica de perversiones y filias sexuales.
En este caso, el protagonista se hace llamar Mansooono y es un apasionado de lamer las pantallas en las que aparecen sus personajes preferidos de anime y manga. Casualmente, casi siempre son jovencitas de ojos vidriosos, faldas cortas y tetas enormes.
Un vicio como cualquier otro, pero con un problema que ha atormentado a Mansooono hasta ahora: su lengua sufre con esa adicción, se le seca y le duele cuando lleva un rato lamiendo a sus ídolas. Un inconveniente que ha resuelto con brillantez gracias a su otra afición, esta más común entre los nipones: la robótica.
Lo ha conseguido con un servomotor y una lengua de silicona que no imaginamos de dónde la ha sacado, todo controlado con un sistema Arduino. El resultado, además de práctico, consigue el objetivo principal: ser excitante, como podemos comprobar por nosotros mismos observando el vídeo.
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